El proyecto se ha llevado a cabo en el distrito de Andamarca, una zona muy pobre y aislada de los Andes peruanos. Su población aún sufre las consecuencias de la violencia terrorista de los años 80 y 90 en Perú: pobreza, pérdida de capital social, y profundas desigualdades étnicas, culturales y de género.
El proyecto ha incluido la reforestación del árbol de la tara (Caesalpinia spinosa) y promueve las capacidades productivas, sociales y medioambientales de la población campesina en relación al negocio de la Tara. Se ha fortalecido a las mujeres a través de la formación, la generación de ingresos, y su participación en las actividades productivas -mejora del rol, acceso y control a bienes y servicios productivos.
La Tara es un árbol nativo del Perú, de gran adaptación agroecológica en la zona. Su fruto tiene gran demanda en el mercado de exportación para la producción industrial de tintes, taninos, y gomas: la goma, que se encuentra en la parte interna de las semillas, se utiliza para estabilizar y emulsionar alimentos y los taninos se emplean como curtiente de cueros y han comenzado a reemplazar al cromo en la industria mundial de cueros.
Perú es el principal exportador de Tara en el mundo. La tara es considerada una de las 17 oportunidades de econegocios más interesantes del Perú, con una producción del 80 % del total mundial.
Andamarca, Concepción
Caritas Huancayo
Diputacion Foral de Bizkaia
183.232 €
2400